La mayor expectativa de vida de la población ha provocado que aparezcan trastornos afectivos en una población en la que hasta ahora no la encontrábamos, la tercera edad. Los personas de más de 65 años van a presentar muchas veces trastornos afectivos tanto depresiones monopolares como también en ocasiones trastornos bipolares. Este sector de la población es más complejo en su tratamiento porque nos encontramos con pacientes que ya tienen otras patologías comórbidas, que ya hacen tratamientos concomitantes y que van a necesitar también nuestros tratamientos. La importancia del manejo y del conocimiento de nuestros tratamientos desde el punto de vista farmacológico es importante para saber tratar estos enfermos de manera correcta. Conocer las interacciones, las posibles complicaciones, para poder realizar un tratamiento enérgico, no de menor cuantía porque la van a necesitar, de estos pacientes más complejos