Los escritores de novelas de ficción tienen 10 veces más de probabilidades de ser bipolar y los poetas 40 veces más posibilidades de serlo. En los diferentes estudios que se han realizado tanto en escritores fallecidos como en estudios de escritores vivos con talento, la enfermedad mental es muy frecuente. Basado en esas estadísticas, el psicólogo Daniel Nettle opina: «Es difícil evitar la conclusión de que la mayor parte de la cultura occidental fue producida por personas con algún tipo de trastorno». La cultura ha sido protagonizada por personas con adicciones como el alcohol, el sexo o el juego y con enfermedades mentales como la manía-depresiva, el trastorno bipolar o la esquizofrenia.
En un estudio del psiquiatra Arnold Ludwig sobre la enfermedad mental y la creatividad, se encontró una tasa de 87% con trastornos psiquiátricos en los poetas eminentes y una tasa de 77% en escritores de ficción reconocidos, unas tasas muy superiores a las que encontró entre los alumnos sobresalientes en campos no artísticos como los negocios, la ciencia, la política o el mundo militar. Incluso los estudiantes universitarios que se inscribían para seminarios sobre poesía tenían rasgos más bipolares que los estudiantes universitarios en general. Los escritores creativos también están en mayor riesgo de depresión y son más propensos a sufrir de psicosis como la esquizofrenia. Por lo tanto no sorprende que los escritores de fama también sean más propensos a abusar del alcohol y las drogas, pasar tiempo en los hospitales psiquiátricos, e incluso quitarse la vida.
El trastorno bipolar es una enfermedad en la que las personas oscilan entre tristeza intensa y euforia extrema por lo que está estrechamente asociado con la creatividad. La Doctora en psiquatría Nancy Andreasen encontró que casi el 40% de las personas creativas con éxito tenía trastorno bipolar, una cifra que es aproximadamente veinte veces más alta que la de la población general. La razón de esta correlación, según Andreasen, es que los estados maníacos llevan a los pacientes a entrar en erupción surgiendo toda la clase de ideas asociadas muy creativas. Aunque la autora del informe reconoce la terrible carga de la enfermedad, también cree que en sus formas más leves, el trastorno beneficia a muchos artistas. «Por desgracia, este tipo de pensamiento es a menudo inseparable del sufrimiento», dice la psiquiatra.
Entre los estudiantes diagnosticados con trastorno de hiperactividad y déficit de atención (TDAH) también se observó que eran más sensibles al arte y con mayores dotes creativos habiendo ganado más premios tanto en ferias de arte como en ferias de ciencia. Y es que según Eric Baker, autor del prestigioso blog Barking Up the Wrong Tree, la psicopatía se asoció positivamente también en las empresas a algunas habilidades personales como el carisma y la capacidad de realizar presentaciones gracias a su creatividad y a las buenas habilidades de pensamiento y de comunicación estratégica aunque también en ocasiones carecían de responsabilidad y de un alto rendimiento por tener dificultades para trabajar en equipo y de gestionar los logros..