La cuestión de la duración que debe tener el tratamiento farmacológico, es una cuestión muy debatida e importante. Es necesario que tengamos en cuenta a la hora decidir los psiquiatras lo que tenemos presente, es cual es el trastorno que presenta el paciente y en función de qué tipo de enfermedad o de trastorno presenta, empezamos a establecer un árbol de decisión.
En el caso de trastornos como la esquizofrenia, trastornos psicóticos o el trastorno bipolar, pues lo que nos planteamos a priori es que ante un primer episodio, si es la primera vez que a usted le pasa esta enfermedad, pues necesitamos mantener ese tratamiento farmacológico durante un periodo de tiempo que se cifra actualmente entorno a unos dos años. Si todo va bien y usted cumple con el tratamiento y no hay ningún problema, ninguna recaída, no vuelve a encontrarse mal, no vuelven a aparecer nuevos síntomas, pues entonces podremos ir ajustando el tratamiento en función de cada persona, de tal manera que se puede ir disminuyendo progresivamente hasta un tiempo aproximado de unos cinco años y decidir qué es lo que vamos a hacer en ese momento.
En el caso de enfermedades como el trastorno bipolar hay unos fármacos que se llaman estabilizadores del ánimo o fármacos eutimizantes que, en este caso, el tratamiento es más prolongado e incluso en algunos momentos, algunos autores, llegan a afirmar que este tratamiento debería ser mantenido durante toda la vida de la persona, del paciente. Siempre y cuando no haya problemas secundarios que obliguen a retirar esta medicación y cambiarla por otra.
En cualquier caso, el mensaje que queremos transmitir es que en estos momentos las enfermedades mentales más graves, son consideradas trastorno crónicos en los cuales el tratamiento farmacológico es un elemento clave en el mantenimiento del buen funcionamiento de las personas, de que estén sin síntomas, de que puedan incorporarse a una vida más normalizada.
Por ello, es muy importante recalcar este aspecto. Junto con el tratamiento farmacológico, por supuesto que también existen otras intervenciones psicológicas encaminadas también a contrarrestar algunos de los efectos que tienen las enfermedades sobre la vida y la calidad de vida de los pacientes.