La ciudad de Barcelona dispone ya de la primera unidad terapéutica educativa y residencial para niños y jóvenes con trastornos de salud mental en España, con una capacidad para 30 menores cuya estancia será de un máximo de 18 meses.

El proyecto ‘Acompanya’m‘ (‘Acompáñame’) funciona desde abril en el Monestir de Valdonzella de Barcelona, en una zona cedida por las monjas cistercienses y que gestiona el Hospital Sant Joan de Déu. Se trata de un programa puesto en marcha conjuntamente por las ‘conselleries’ de Salut y de Treball, Afers Socials i Famílies, cuyos ‘consellers’, Alba Vergés y Chakir El Homrani, han visitado las dependencia este miércoles.

La unidad se dirige a menores con trastorno mental grave o persistente y que comporta una repercusión significativa en sus relaciones psicosociales o que presentan riesgo de desarrollar un trastorno mental. Cada apartamento cuenta con tres habitaciones individuales o para dos personas, «en función de las necesidades de cada caso».

Los ‘consellers’ Vergés y El Homrani han explicado que en el centro, que ahora acoge a 16 menores de 13 a 17 años, habrá un «porcentaje importante» de niños y jóvenes tutelados por la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia), pero también otros que no lo son. De las 30 plazas disponibles, 25 están destinadas a menores bajo la tutela de la DGAIA y las cinco restantes a niños y adolescentes que pueden ser derivados por dispositivos de las dos ‘conselleries’, con una perspectiva preventiva.

La voluntad, según El Homrani, es «romper esquemas» que puedan conllevar una cronificación de la situación, con un modelo que se basa en las unidades de convivencia terapéutica, que agrupan a los jóvenes en cinco apartamentos con capacidad para cinco o seis personas. El Homrani ha añadido que con esta unidad pionera la administración «se adapta» a las necesidades de los menores vulnerables, y es un ejemplo de la voluntad de la Generalitat de acelerar la integración social y sanitaria.

Vergés ha explicado que el centro no tiene un concepto de centro hospitalario, sino de hogar, y que la voluntad de que los menores no estén más allá de 18 meses es para que no se «institucionalice» su situación y puedan regresar a su entorno.

El equipo de atención del centro está formado por 45 profesionales de diferentes colectivos especializados en salud mental y del entorno educativo: psiquiatras, psicólogos, enfermeras y auxiliares de enfermería, trabajadores sociales, educadores sociales y maestros.

La jefa de Salud Mental Infantil y Juvenil del Hospital Sant Joan de Déu, Montse Dolz, ha dicho que el día a día de los jóvenes busca la «filigrana artesanal de reconstruir una vida y una salud mental que ha quedado truncada». Ha añadido que vivir en las unidades de convivencia les permite recuperar reaprender hábitos, a lo que se suma la escolarización, las actividades terapéuticas y el trabajo con las familias.